Blog de Recetas: Cocina por afición
Web Autor: https://cocinaporaficion.blogspot.com/Ver receta original: aquí.
Receta de Patatas guisadas con chistorra y garbanzos
La patata
La patata (solanum tuberosum) se conoce hace ya más de 8.000 años, siendo en los Andes, sur de Perú y extremo norte de Bolivia, los lugares donde esta planta fue cultivada por el hombre y comenzó a servir como alimento.
Es Sevilla el lugar por donde entra en España traída en 1560 por Pedro Cieza de León junto con unas mazorcas de maíz, pero, como ocurre casi siempre, los inspectores de la Casa de Contratación de Sevilla consideraron que esos dos productos (patata y maíz) carecían de utilidad. El navegante no se arredró y las llevó para cultivarlas en los terrenos que sus padres tenían en Llerena (Badajoz).
Este desprecio por la patata pronto comenzó a moderarse ya que comenzó a consumirse, aunque de forma tímida, hacia 1570. Se tiene constancia de que en 1573 se consumían en el Hospital de la Sangre en Sevilla.
Tampoco la patata tuvo mucho éxito en Europa. Su apariencia poco agradable y el hecho de que creciera bajo tierra propició que inicialmente fuese rechazada en todos los ámbitos sociales, era, no obstante, utilizada como planta ornamental. No fue hasta entrado el siglo XVIII cuando la patata pasa a convertirse en un alimento básico de la población.
Federico II el Grande, rey de Prusia (1712-1786) observó que la patata podía ser un alimento ideal para combatir las hambrunas en épocas de malas cosechas.
Tras varios intentos fallidos de convencer a los campesinos para plantar el tubérculo preparó un ardid y decidió plantarla en huertos y jardines de palacio, estableciendo fuertes medidas de seguridad en torno a ella. El pueblo prusiano supuso que se custodiaba algo valioso e importante. Pasado un tiempo ordenó retirar las medidas de seguridad y sucedió lo que él había supuesto, que los campesinos aprovecharon la ocasión para hacerse con las patatas y de esa forma comenzó a extenderse el cultivo y consiguiéndose que la patata fuese un alimento clave en la alimentación de los prusianos.
Tras varios intentos fallidos de convencer a los campesinos para plantar el tubérculo preparó un ardid y decidió plantarla en huertos y jardines de palacio, estableciendo fuertes medidas de seguridad en torno a ella. El pueblo prusiano supuso que se custodiaba algo valioso e importante. Pasado un tiempo ordenó retirar las medidas de seguridad y sucedió lo que él había supuesto, que los campesinos aprovecharon la ocasión para hacerse con las patatas y de esa forma comenzó a extenderse el cultivo y consiguiéndose que la patata fuese un alimento clave en la alimentación de los prusianos.
Se conocen un total de 15 edictos de la patata los cursados sobre su cultivo. Fue en 1746 cuando se publicó el primero con motivo de una grave hambruna que hubo en Pomerania.
A este rey también se le conoció como «Rey de la patata» y en su tumba situada en el Palacio de Sansoucci en Potsdam los visitantes depositan flores y patatas.
Tumba de Federico II de Prusia. Castillo de Sansoucci. Potsdam |
Bueno, después de este pequeño relato vamos con la receta de hoy que si la leéis no puede ser más sencilla. Sin duda os habréis dado cuenta de que soy un fan de la chistorra, tengo muchas recetas con ese ingrediente y la verdad es que proporciona un delicioso sabor a las comidas además de estar muy rica. Unidos a ella van otros dos ingredientes estupendos, la humilde patata y los garbanzos, en esta ocasión los he utilizado ya cocidos. Plato fácil, rápido y además muy rico. Espero que os guste.
Patatas guisadas con chistorra y garbanzos
Ingredientes
2 patatas medianas
1 bote pequeño de garbanzos cocidos
1 cebolla
1 pimiento verde italiano
1 diente de ajo
1/2 chistorra
50 ml de vino blanco.
1 cucharada de tomate frito
1/2 cucharada de postre de ras el hanout
1 cucharada de postre de pimentón dulce
caldo de pollo
aceite de oliva virgen extra
sal
1 bote pequeño de garbanzos cocidos
1 cebolla
1 pimiento verde italiano
1 diente de ajo
1/2 chistorra
50 ml de vino blanco.
1 cucharada de tomate frito
1/2 cucharada de postre de ras el hanout
1 cucharada de postre de pimentón dulce
caldo de pollo
aceite de oliva virgen extra
sal
Elaboración
Pelamos las patatas y las chascamos. Reservamos en un bol con agua.
Pelamos y picamos muy fina la cebolla.
Pelamos el diente de ajo y lo troceamos.
Quitamos el pedúnculo, las semillas y los nervios blancos interiores al pimiento y lo cortamos en brunoise.
Cortamos la chistorra en rodajas.
Abrimos el bote de garbanzos, los ponemos en un colador y los pasamos por agua del grifo hasta que no suelten espuma. Reservamos.
En una cazuela con un fondo de aceite (2-3 cucharadas) sofreímos el ajo y cuando comienza a bailar incorporamos la cebolla y el pimiento troceados.
Cuando la cebolla transparenta incorporamos el tomate frito y removemos.
Agregamos la chistorra, removemos y añadimos el vino. Dejamos reducir y agregamos las patatas, cocinamos unos minutos, incorporamos el pimentón y el ras el hanout, removemos y cubrimos con caldo.
Cocinamos a fuego suave unos 15 minutos, añadimos los garbanzos escurridos, removemos bien para mezclar sabores, rectificamos de sal y cocinamos hasta que las patatas estén en su punto. Si el guiso queda corto de caldo se añade un poco.
Pelamos y picamos muy fina la cebolla.
Pelamos el diente de ajo y lo troceamos.
Quitamos el pedúnculo, las semillas y los nervios blancos interiores al pimiento y lo cortamos en brunoise.
Cortamos la chistorra en rodajas.
Abrimos el bote de garbanzos, los ponemos en un colador y los pasamos por agua del grifo hasta que no suelten espuma. Reservamos.
En una cazuela con un fondo de aceite (2-3 cucharadas) sofreímos el ajo y cuando comienza a bailar incorporamos la cebolla y el pimiento troceados.
Cuando la cebolla transparenta incorporamos el tomate frito y removemos.
Agregamos la chistorra, removemos y añadimos el vino. Dejamos reducir y agregamos las patatas, cocinamos unos minutos, incorporamos el pimentón y el ras el hanout, removemos y cubrimos con caldo.
Cocinamos a fuego suave unos 15 minutos, añadimos los garbanzos escurridos, removemos bien para mezclar sabores, rectificamos de sal y cocinamos hasta que las patatas estén en su punto. Si el guiso queda corto de caldo se añade un poco.
Este pasado miércoles nos pusieron la segunda dosis de la vacuna. Hasta hoy, salvo una pequeña molestia en el brazo, en la zona del pinchazo, no hay incidencia alguna que reseñar. Espero seguir así.