Alcachofas con morcilla sobre cama de parmentier

Blog de Recetas: Cocina por afición

Receta de Alcachofas con morcilla sobre cama de parmentier

La semana pasada no publiqué ya que comenzaron aquí las fiestas y aprovechamos para huir de los petardos, tracas, mascletás y bullicio de gente. La tranquilidad se agradece.
Con la receta de hoy doy por finalizada la temporada de la alcachofa en este blog. Con esta han sido tres recetas con alcachofas las que he publicado en corto periodo de tiempo y como pienso que no es bueno atosigar con un ingrediente que, dicho sea de paso y a tiempo, no gusta a todos, aunque creo que están equivocados porque realmente está de vicio, dejo para la siguiente temporada, en el supuesto de que sigamos por estos lares, la inclusión de nuevas recetas de esta delicia vegetal como es la alcachofa.
En la receta que os propongo para hoy además de la alcachofa, va acompañada por una deliciosa morcilla de Burgos y ambas coronan a un rico parmentier.
El parmentier debe su nombre a Antoine-Augustin Parmentier, farmacéutico militar y agrónomo francés de mediados del siglo XVIII. Fue una de las personas que más hizo por defender y popularizar el consumo de la patata y su uso en la cocina.
El parmentier de patata es una crema de patatas, o puré de patatas, para degustar tal cual, como guarnición de otros platos o como base de diferentes elaboraciones.
Si le añadimos nata y mantequilla le darán un toque sensacional.

 Bodegón con alcachofas, flores y recipientes de vidrio.
Bodegón con alcachofas, flores y recipiente de vidrio. Museo del Prado
 
Hamen y León, Juan van der (Madrid, 1596 - Madrid, 1631)
A pesar de la brevedad de su vida, son muchas las noticias documentales que de él han llegado hasta hoy. Se sabe que era hijo de flamencos y que al igual que su padre pertenecía a la Guardia de Archeros, institución constituida por gentes procedentes de los Países Bajos que tenían como misión proteger al rey de España. A partir de 1615, año de su boda con Eugenia Herrera, perteneciente a una familia de escultores y pintores, ya trabajaba con un cierto éxito que da lugar a que cuatro años después, en 1619, comience a recibir encargos procedentes de la Corte. Realizó pintura religiosa, prácticamente desconocida hoy, y también ejerció de retratista. No obstante, su fama se debió a sus naturalezas muertas, tanto bodegones como floreros, cuya fuerte demanda le obligó a tener un taller en la calle de los Tintoreros. Como pintor de flores en la década de los años veinte fue el mejor representante del género en Madrid.
El motivo principal de este cuadro, un gran jarrón de cristal con flores, está acompañado de un jarrón más pequeño, igualmente de cristal, con rosas de color rosa, situado en un plano superior. El jarrón más grande se impone sobre dos cabezas de alcachofa y sus hojas, ofreciendo un intencionado contraste entre estas dos caras de la Naturaleza; la belleza de las flores queda realzada por la presencia de las verduras más vulgares que aparecen debajo de éstas, y los sentidos de la vista y el olfato se oponen al sentido del gusto. Las flores están ejecutadas con la delicadeza habitual del artista; cada una de ellas ha sido pintada esmeradamente y para el modelado de los pétalos de rosa ha utilizado finas veladuras de laca roja sobre fondo blanco.
Una de las características de los bodegones de Van der Hamen, por la que más se le conocía, radica en su representación de piezas de cristal lujosas y caras, como las que aparecen en esta obra. Estos motivos, junto con el cuenco de cerámica de importación, confieren a la obra un toque de elegante refinamiento, muy a tono con el gusto de sus clientes, cultivados y pertenecientes a un distinguido nivel social. El artista ha captado con precisión los tallos y las hojas de las flores a través del cristal del jarrón, así como los reflejos de la ventana del estudio en la superficie y la luz que se filtra por el agua. La jarra de cristal verde, con su pie, constituye en sí misma un bello objeto de lujo, pero por su situación en primer término, justo encima de la firma del artista, representa también un reto del pintor a su capacidad para plasmar este material transparente y reflector.
Es un óleo sobre lienzo.
Sus medidas son Alto: 81 cm; Ancho: 110 cm
Pintado en 1627.
Número de catálogo P007907
Sala 008A.
Fuente: Museo del Prado

Alcachofas con morcilla sobre cama de parmentier
 
Ingredientes
4 alcachofas
1/2 morcilla de Burgos
4 patatas medianas
200 ml de nata para cocinar
30 gr de mantequilla
nuez moscada
sal
aceite de oliva virgen extra 

Elaboración
Limpiamos las alcachofas quitando las hojas exteriores más duras. Repasamos el fondo, cortamos las puntas y partimos por la mitad. Repasamos el tallo y cocinamos en la olla rápida, donde tenemos agua con sal, 4 minutos desde que asoma el segundo anillo. Dejamos despresurizar, abrimos la olla, sacamos las alcachofas, dejamos escurrir y  reservamos.
Para preparar el parmentier, pelamos y cortamos las patatas en trozos grandes y las cocemos en una cazuela con agua y sal hasta que estén tiernas. Las escurrimos y aún calientes las ponemos en el vaso de la batidora, añadimos la mantequilla a punto de pomada, una pizca de sal, un poco de nuez moscada y la nata. Trituramos todo hasta que quede una mezcla homogénea. Reservamos en caliente.
Pelamos y desmenuzamos la morcilla de Burgos. La salteamos a fuego medio, en una sartén con un poco de aceite. Sacamos y reservamos en caliente.
En esa misma sartén ponemos un poco más de aceite, si hace falta, y marcamos las alcachofas hasta que estén doradas.
Emplatamos colocando una cama de parmentier de patata, sobre ella una cucharada de morcilla salteada y coronamos con las alcachofas.

cama de parmentier
Alcachofas con morcilla sobre cama de parmentier
parmentier y morcilla de Burgos desmenuzada y salteada
Alcachofas con morcilla sobre cama de parmentier
con las alcachofas marcadas en la sartén
Alcachofas con morcilla sobre cama de parmentier
Espero que sea de vuestro agrado.
Alcachofas