Ensalada de garbanzos y lentejas

Cada vez resulta más difícil encontrar algún cuadro que se encuentre en museos y que tenga algo de relación con el título de la entrada.

En otra entrada con una receta de lentejas que puse hace casi un año, también incluí un cuadro sobre la misma temática, que no es otra que un episodio del Génesis (25:29-34) en el que Esaú vende su primogenitura por un plato de lentejas.

En aquella ocasión el cuadro era de Luca Giordiano, Museo del Prado, en esta el cuadro es de Brugghen, y se encuentra en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid.

Aunque ya estamos en otoño las temperaturas no están muy acordes con la fecha. Sigue haciendo calor y la verdad es que poco apetecen platos de cuchara.

Estamos inmersos en unas corriente de lobbies —grupos de presión— en las que te marcan, lo que tienes que hacer, lo que tienes que comer, adonde debes ir, y muchos de los gurús de la cocina señalan, con sus ideas, donde debe ir la gastronomía. Eso sí con unos precios que tal y como está la situación económica en este país es como para ir a comer a esos lugares todos los días.

En pocos lugares de esos gurús podrás encontrar ingredientes de los de toda la vida, parece que hay que hacerlos desaparecer y sustituirlos por platos con nombre extravagante.

Es mi opinión que donde se ponga un plato de los de siempre que se quiten las extravagancias de ahora, pero para gustos colores, eso sí, no estoy dispuesto a pagar una burrada por degustar una langosta gallega despertando en las playas de Goa, que posiblemente esté tentadora pero se escapa a mis posibilidades.

Así que os dejo con este plato que no lleva langosta ni se despierta en las playas de Goa, a lo sumo puede despertarse mirando las playas de Benicasin.

1 bote de garbanzos cocidos
1 bote pequeño de lentejas cocidas
1 pimiento verde italiano
2 tomates pera
2 latas de atún en aceite de oliva
1 huevo
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
vinagre de vino blanco

En un cazo con agua, sal y un chorreón de vinagre cocemos el huevo durante 10 minutos. Refrescamos con agua del grifo, dejamos enfriar, pelamos y cortamos en rodajas. Reservamos.
Abrimos los botes de garbanzos y lentejas, los ponemos en un colador y lavamos con agua del grifo hasta que salga sin espuma. Dejamos escurrir y reservamos en un bol.
Lavamos el pimiento, le quitamos el pedúnculo y las semillas, lo cortamos en tiras y luego en cuadraditos.
Lavamos los tomates y los cortamos en trozos pequeños.
Abrimos las latas de atún.
Incorporamos el pimiento, el tomate y el atún al bol de los garbanzos y lentejas, salpimentamos.
Preparamos una vinagreta con el aceite de oliva y el vinagre en proporción de 3:1. Removemos bien para emulsionar, volcamos en el bol y removemos para mezclar ingredientes.
Acompañamos con rodajas de huevo cocido.

Las legumbres hay que comerlas más a menudo y no siempre tienen que ser en caliente, en ensalada saben igual de bien, están muy ricas y no es un plato para endeudarse. A ver si os gusta.