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Receta de Hojuelas caseras con miel, un dulce tradicional exquisito
Prepara estas hojuelas caseras con miel, un dulce tradicional exquisito y típico de Semana Santa. Seguro que has escuchado alguna vez la expresión «miel sobre hojuelas» y viene a expresar cuando algo que ya es bueno de por sí se mejora, como sucede cuando le echamos miel por encima a las hojuelas en vez de azúcar blanco. La masa es muy sencilla de preparar y después solamente hay que cortarla y freírla, sin duda el proceso vale la pena para disfrutar de este dulce de forma casera.
Si te gustan este tipo de dulces fritos seguro que te encantará nuestra receta tradicional de pestiños caseros con miel o azúcar y canela, los buñuelos de viento tradicionales y fáciles o las rosquillas de anís caseras.
Ingredientes para la receta de hojuelas caseras con miel, un dulce tradicional exquisito (unas 24 unidades):
- 1 huevo M.
- 70 g de aceite de girasol o de semillas.
- 45 g de licor de anís dulce o vino blanco.
- 300 g de harina de trigo.
- Una pizca de sal.
- Abundante aceite para freír. Yo prefiero utilizar aceite de girasol o de semillas ya que no aporta sabor.
- Miel para decorar.
Preparación, cómo hacer hojuelas caseras con miel, un dulce tradicional exquisito:
- Casca el huevo y ponlo en un bol junto con el aceite de girasol y el anís y mezcla un poco con unas varillas manuales.
- Añade la harina junto con una pizca de sal y mezcla con una cuchara.
- Cuando la harina haya absorbido los líquidos empieza a amasar con tus manos dentro del propio bol y cuando la masa ya esté un poco más compacta y se despegue del bol pásala a una encimera espolvoreada con un poco de harina y amásala pero solo un poco, hasta que se vea con un aspecto homogéneo y con los ingredientes bien integrados, blanda pero no pegajosa.
- Dale forma de bola, envuélvela en papel film y déjala reposar en la nevera 30 minutos.
- Sácala de la nevera, espolvorea un poco de harina sobre la encimera, colócala encima y con ayuda de un rodillo estírala hasta que quede muy fina. Si se te pega un poco el rodillo puedes echar más harina por encima.
- Corta la masa de las hojuelas en rectángulos o cuadrados e idealmente con un rodillo cortador que haga piquitos aunque si no tienes uno no pasa nada, puedes recortar con un cuchillo simplemente.
- En una sartén un poco honda echa abundante aceite, pon el fuego fuerte y cuando el aceite esté bien caliente (sin que llegue a humear), ya lo tienes listo para freír las hojuelas. Si tienes un termómetro de cocina podrás medir la temperatura del aceite y empezar a freír cuando llegue a 170ºC, y si no siempre puedes echar un trozo de masa estirado (es posible que algo haya podido sobrarte de las porciones), si se quema rápidamente es que está muy fuerte el aceite y si burbujea poco es que le falta un poco de temperatura.
- Prepara un plato con papel de cocina encima para ir dejando encima las hojuelas cuando estén fritas.
- Ve friendo tandas de hojuelas, solamente 5 o 6 a la vez (según como sea de grande tu sartén). Procura que nunca estén unas encima de otras y tampoco freír demasiadas a la vez para que no baje la temperatura del aceite, que deberá mantenerse siempre por encima de 160ºC.
- Cuando estén doradas por abajo dales la vuelta, tardarán en total alrededor de 1 minuto. Sácalas con una espumadera cuando estén doradas por ambos lados pero sin llegar a quemarse y déjalas sobre el plato con papel que habíamos preparado.
- Espera al menos 5 minutos a que se enfríen un poco las hojuelas y queden crujientes y ya puedes servirlas en un plato y decorarlas con un poco de miel. Si la miel está dura siempre puedes ponerla en un recipiente de cristal y darle unos segundos de microondas para que se vuelva más líquida.
- Si prefieres decorarlas con azúcar lo ideal es que apenas 1 minuto después de ponerlas sobre el plato con papel, aprovechando que están aún calientes, las pases por un plato con azúcar blanco.
Tiempo: 1 hora
Dificultad: fácil
Sirve y degusta:
En cuanto se enfríen y les eches la miel ya puedes empezar a disfrutarlas. Se pueden dejar hechas con unas horas de antelación pero recuerda siempre echarles la miel justo antes de servirlas para que no se blandeen en exceso. Si te sobran no te preocupes, mantenlas guardadas en un recipiente cerrado a temperatura ambiente, verás que aguantan incluso varios días crujientes, sobre todo si vives en un clima seco.
Es una delicia su textura crujiente y fina y el toque de la miel les sienta fenomenal. Tienen un sabor suave pero sin duda marcado por el anís que le da un punto muy casero y tradicional, es un dulce de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones de la receta de hojuelas caseras con miel, un dulce tradicional exquisito:
En algunas regiones es costumbre darle otra forma a las hojuelas, por ejemplo redonda o incluso en forma de flor gracias a un molde.
Consejos:
Un buen truco para empezar a amasar siempre es mezclar los ingredientes con una cuchara porque así no nos pringamos desde el principio y, con masas como ésta que no quedan pegajosas, en cuestión de un minuto ya podemos manejarla y amasarla con las manos de forma muy sencilla.
Al ser una masa muy fina ten cuidado al freírla ya que puede dorarse demasiado o incluso empezar a quemarse en cuestión de segundos. Organízate bien para poder estar totalmente pendiente de la fritura ya que es muy rápida y entre medias no deberías estar haciendo ninguna otra tarea.
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