Lentejas con morcilla

La lenteja, uno de los alimentos preferidos por los egipcios y de allí pasó a Roma. Según se cuenta, las lentejas eran un plato principal en sus cenas funerarias refiriendo algunos historiadores que ese alimento reunía unas curiosas condiciones llegando a decir que al comer lentejas de Egipto el hombre se vuelve alegre y divertido, de ahí que los romanos hicieran caso al dicho y las sirvieran en las cenas de duelo.

Esta legumbre ha sufrido muchos vaivenes a lo largo de la historia, pasando de una época de esplendor a otra de ostracismo que surgió en el siglo XVII en donde se rechazó que se sirviera en la alimentación humana proclamando que solo era buena para el ganado. El periodo oscuro de esta legumbre duró hasta la Revolución francesa, debido a la gran penuria que existió en ese tiempo y desde entonces no ha perdido protagonismo.

Hagamos caso al dicho y volvámonos alegres y divertidos cocinando y saboreando un plato de esta deliciosa legumbre como es la lenteja. Para abrir boca os dejo estas que he preparado para la ocasión y que sin duda también van a servir además de para alegrarnos, calentar el cuerpo y de esa forma combatir el frío que estamos teniendo.

120 gr de lentejas pardinas
2 morcillas de cebolla
1/2 cebolla
1 diente de ajo
1 ñora
1/2 cucharadita de pimentón dulce
1/2 cucharadita de cominos molidos
1/2 cucharadita de nuez moscada
1 hoja de laurel
aceite de oliva virgen extra
sal

Pinchamos las morcillas varias veces con un tenedor para que no reviente. Las ponemos en un cazo, cubrimos con agua y añadimos una pizca de sal. Cuando el agua comience a hervir, bajamos el fuego y mantenemos en cocción unos 3 minutos. Transcurrido ese tiempo, las sacamos, dejamos enfriar y las cortamos en rodajas. Reservamos.
Pelamos la cebolla y la picamos muy fina.
Pelamos y picamos el diente de ajo.
Escaldamos la ñora unos minutos. Dejamos enfriar y extraemos su carne.
En una cazuela ponemos las lentejas a cocer cubiertas con agua, con la hoja de laurel, el comino molido, la nuez moscada y la carne de la ñora.
Mientras cuecen las lentejas preparamos el sofrito poniendo en una sartén un fondo de aceite. Echamos el ajo picado y cuando comienza a bailar agregamos la cebolla picada y sofreímos hasta que transparente. Apartamos del fuego, incorporamos el pimentón, removemos y volcamos sobre las lentejas. Añadimos las rodajas de morcilla y cocinamos a fuego suave hasta que estén en su punto.