Blog de Recetas: Recetas de Escándalo
Web Autor: https://www.recetasdeescandalo.comVer receta original: aquí.
Receta de Quiche de espinacas y queso de cabra con masa quebrada casera
Las tartas me fascinan y una de las cosas que más me gusta es que no solo las hay dulces sino también saladas, y quedan espectaculares. Ese es el caso de las quiches, un tipo de tarta salada típica de la cocina francesa y cuya característica principal es que la base es de masa quebrada y el relleno es a base de huevos y nata junto con los ingredientes que queramos añadirle.
Esta quiche de espinacas y queso de cabra con masa quebrada casera queda buenísima y es un espectáculo de sabores y texturas. Es una receta entretenida pero el resultado bien merece la pena, sobre todo si te animas a preparar la masa quebrada casera. Queda crujiente y con sabor a mantequilla, como si fuera una gran galleta, y el relleno cremoso y repleto de sabor.
La masa quebrada o masa brisa es muy fácil de preparar pero tienes que tener en cuenta algunos detalles para que te quede perfecta. No te preocupes que todos ellos los verás bien explicados en el paso a paso de la receta y seguro que te aficionas a preparar quiches con diferentes rellenos y todas riquísimas.
La masa siempre la preparo con mi receta de masa quebrada casera, que está especialmente indicada para moldes de 22 cm, pero en esta ocasión verás que he adaptado las cantidades para un molde de 28 cm, elaborando la mitad más de masa. Con ella podrás elaborar las quiches que tenemos en el blog, a cual más rica.
La más famosa es la quiche lorraine, que lleva panceta, y si además te gusta el punto de la cebolla te recomiendo preparar la quiche alsacienne, que es igual que la lorraine pero con cebolla. También queda riquísimala quiche de jamón, queso y calabacín y la quiche de verduras y queso.
Ingredientes para la quiche de espinacas y queso de cabra con masa quebrada casera (molde de 28 cm de diámetro):
- Ingredientes para la masa quebrada (puedes comprarla ya hecha, pero así estará mucho más rica):
- 270 gr de harina de trigo, y mejor si es floja o especial para repostería.
- 140 gr de mantequilla, bien fría.
- 1 huevo L.
- 30 ml de agua fría.
- 6 gr de sal.
- Ingredientes para el relleno:
- 3 huevos.
- 300 ml de nata.
- 150 ml de leche.
- 1 cebolla.
- 400 gr de espinacas, frescas o congeladas.
- 150 gr de queso rulo de cabra.
- 100 gr de queso para gratinar (puede ser gruyere, emmental o mozzarella por ejemplo).
- Aceite de oliva, pimienta negra molida y sal.
Preparación, cómo hacer la receta de quiche de espinacas y queso de cabra con masa quebrada casera:
- Primero prepara la masa quebrada casera. Para ello pon un colador encima de un bol y echa la harina encima. Coge el colador y ve dándole golpecitos para que vaya cayendo la harina sin grumos ni apelmazada. A este proceso se le llama tamizar la harina.
- Saca la mantequilla de la nevera (no lo hagas antes, ya que queremos que esté bien fría) y córtala en trocitos.
- Añádela al bol donde está la harina y con tus propios dedos mezcla ambos ingredientes presionando la mezcla (no se trata de amasar) hasta que queden una especie de «migas». Puedes ver el resultado en la siguiente fotografía.
- Incorpora el huevo, el agua y la sal y sigue mezclando (primero con un tenedor y después con tus manos) hasta que puedas formar una bola de aspecto casi homogéneo y compacto. Eso si, sigo insistiendo en que hay que amasar lo mínimo posible para que no se desarrolle el gluten de la harina y así el resultado no sea elástico sino crujiente.
- Envuélvela en papel film y déjala reposar en la nevera como mínimo 30 minutos.
- En este momento podemos empezar a preparar el relleno. Si las espinacas son frescas, córtales los rabos más duros y lávalas muy bien con agua fría.
- Cuécelas en una olla con abundante agua hirviendo y un poco de sal. Si las espinacas son frescas, con 4 minutos será suficiente, y si son congeladas sigue las instrucciones del paquete (en muchos casos solo se necesitan 5 o 6 minutos). Escúrrelas bien y si eran frescas, trocéalas.
- Pela la cebolla, córtala por la mitad y después en tiras.
- En una sartén a fuego medio con un poco de aceite y una pizca de sal saltea la cebolla durante unos 5 minutos o hasta que empiece a dorarse. Reserva aparte.
- Vuelve a echar un poco de aceite y sal y saltea las espinacas 5 minutos para favorecer que se evapore el agua que aún puedan llevar.
- Cuando la masa quebrada ya haya reposado al menos 30 minutos en la nevera, sácala a temperatura ambiente y enciende el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y ventilador.
- Estira la masa quebrada sobre una superficie lisa o sobre papel de horno con ayuda de un rodillo manteniendo una forma redonda y hasta que veas que puede cubrir bien el fondo y las paredes de tu molde.
- Si tu molde puede pegarse, lo ideal es que lo forres con papel de horno o lo untes con un poco de mantequilla.
- Colócala sobre el molde centrándola, presiona un poco la base en los bordes para que quede totalmente lisa y ajustada y, con tus dedos, pega bien la masa a los bordes, sobre todo si tienen una onda como la de mi molde.
- Pincha la base de la masa con un tenedor para evitar que suba en el horno.
- Para ayudar más aún a que no suba, coloca encima papel de horno y algo de peso de forma homogénea (y que pueda hornearse sin problemas). Lo más práctico es utilizar legumbres, yo tengo 1 kg de garbanzos que conservo ya varios años y solo lo utilizo para este fin.
- Introduce el molde en el horno a altura media y hornea la masa durante unos 15-20 minutos, evitando que se dore demasiado. Siempre puedes abrir el horno y echarle un vistazo en los minutos finales para comprobar cómo está, debería tener un aspecto similar al de la fotografía de más abajo.
- En este momento podemos terminar de preparar el relleno. Casca los huevos, reserva un poco de clara para pintar después la masa quebrada (con un par de cucharadas soperas es suficiente) y el resto ponlos en un bol.
- Añade la nata, la leche, un poco de sal y pimienta negra molida y mezcla con unas varillas hasta que el aspecto sea homogéneo.
- Añade las espinacas y la cebolla y mezcla de nuevo hasta integrar todos los ingredientes.
- Cuando esté lista la masa quebrada sácala del horno, déjala reposar 5 minutos y píntala con la clara de huevo que habíamos reservado, con ayuda de una brocha de cocina.
- Echa dentro el relleno y procura que quede bien repartido, ya que las espinacas tienden a acumularse y con un tenedor podrás distribuirlas bien.
- Cubre la quiche con el queso rallado y corta el queso rulo de cabra en rodajas y después en cuartos y repártelo por la superficie.
- Introduce la quiche en el horno a altura media y hornéala durante 25-30 minutos o hasta que veas que la parte superior está dorada.
Tiempo: 1 hora y 30 minutos
Dificultad: media
Sirve y degusta:
Se puede empezar a comer después de un reposo de unos 10 minutos y caliente está buenísima, aunque templada o incluso fría también está de 10. Cuando se haya enfriado sácala del molde y, si te sobra, puedes conservarla en la nevera 3-4 días. Eso si, la masa quebrada irá perdiendo ese toque crujiente tan bueno que tiene, así que para «revivirla» puedes calentarla de nuevo en el horno durante unos minutos.
Sírvela al centro de la mesa y córtala en porciones triangulares para los comensales. El crujiente de la masa recuerda a una galleta y resulta realmente exquisito junto con su delicioso sabor a mantequilla, y el relleno a base de espinacas y cebolla y el toque del queso de cabra hacen que sea una quiche de auténtico… ¡escándalo!
Variaciones de la receta de quiche de espinacas y queso de cabra con masa quebrada casera:
Puedes improvisar cuanto quieras con el relleno de la quiche ya que manteniendo los huevos, la nata y la leche puedes añadir todo tipo de ingredientes. Por ejemplo otras verduras, atún en conserva, trocitos de jamón, mezclas de quesos… Y concretamente a esta quiche le sienta muy bien añadir unos tacos de jamón serrano, unos champiñones o incluso sustituir el queso rulo de cabra por queso azul.
Consejos:
Sigue el paso a paso tal cual para elaborar la masa quebrada y así conseguirás que te quede como una galleta, crujiente y con un riquísimoa sabor a mantequilla. Es clave no amasarla en exceso para conseguir la mejor textura, y la explicación está en que, al amasar, desarrollamos el gluten de la harina (lo que le daría elasticidad a la masa) y para esta preparación lo que buscamos es justo lo contrario. Además, la función de la mantequilla es atrapar gran parte de ese gluten para, de alguna forma, «impermeabilizarlo» y aislarlo del huevo, y así conseguir el efecto deseado.
La masa quebrada puedes conservarla varios días en la nevera, bien envuelta en papel film. También puedes congelarla tal cual en forma de bola y cruda o incluso ya horneada en el molde.
La entrada Quiche de espinacas y queso de cabra con masa quebrada casera se publicó primero en Recetas de Escándalo.